Estimados vecinos,
Me sorprende que reclamemos por la música un tanto fuerte que se emite en sesiones de gimnasia que se realizan en la cancha, a la cual por cierto no solo asisten las mamás del condominio si no que de igual modo las hijas de algunas de estas.
Sin duda el que jóvenes y adultos compartan una actividad tan sana como la gimnasia, lo encuentro más que positivo, creo con todo el respeto que me merecen las vecinas que están en contra de esta sana actividad que prueben el sumarse a esta aunque sea una sesión y vean el cambio que provoca en las personas el trabajo aeróbico, los beneficios que se le atribuyen a este cruzan todas las edades desde la adolescente hasta la tercera edad.
Creo sin duda mucho más importante que estar en contra de esta sana actividad, el obligar por cierto a todos aquellos vecinos que dejan las puertas de acceso abiertas, a todos esos vecinos que hacen vista gorda al ver a jóvenes externos a nuestra comunidad fumar a vista y paciencia de los más chicos marihuana tal como si las dependencias de nuestra comunidad fueran fumadores de opio.
O igual de grave que las anteriores que las personas que arriendan la cancha para hacer una actividad deportiva tan sana como lo es el fútbol se vea alterada con la cantidad de improperios y malas palabras que se dicen en estos lances, me cuesta creer que sea mas común y menos molesto el escuchar groserías de todo calibre que música un poco alta que solo invitan a mover el cuerpo y seguir de manera animada su ritmo.
Creo sinceramente que las personas que reclaman por la música son las mismas a las que no les importa sentir el aroma de marihuana entrando por sus ventanas, o las mismas que cierran las mismas para no escuchar la cantidad de groserías que se escuchan en cada partido que se disputa en las dependencias de nuestra cancha o de igual manera tampoco les molesta el golpe de las cervezas después de cada uno de estos.
Respetados vecinos creo que hay cosas mucho más dañinas que un poco de música fuerte, lo importante es hacerse cargo de estas.
Atte.
Eduardo Arias C.
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